domingo, 27 de junio de 2010

DESDE LA BARRA, Con Sergio Dahbar












DESDE LA BARRA, Con Sergio Dahbar



¿Donde comienza la señal y dónde termina el ruido?


-No lo sé. Diría que las señales en el horizonte no son buenas y que el ruido no termina, sino que recién comienza. Por supuesto, todo depende desde donde uno quiera mirar las cosas.



¿El enigma de Turing se rompió con el Criptonomicon?


Podría ser. El criptonomicon es una ficción tecnológica que publicó Neal Stephenson en 1999. Dos historias la cruzan: el afán de los espías de la Segunda Guerra Mundial por descifrar los códigos del eje Roma-Berlín-Tokio. Y los descendientes de estos que buscan fundar un paraíso de datos en el sudeste asiático. Hay personajes en el libro emparentados con Turing, como un amigo muy cercano, Rudolf "Rudy" von Hacklheber. Esta novela reveló la trama en la que se movía Turing.



¿Entre el ajedrez y las letras a quien se debe dejar en jaque?


En el ajedrez, al contrincante. En las letras, pienso que al lector, con una jugada maestra del lenguaje.



El trago más cumplidor


El Gimlet, como lo tomaba Raymond Chandler, en las tardes en las que se ponía melancólico en los bares de Los Angeles.



Una cena en la locación perfecta


París siempre será un escenario perfecto para una cena.



Murió Pedro Infante… ¿que germinó tras él?


Fue la expresión del macho latinoamericano, mujeriego y bonchón. Construyó uno de los capítulos esenciales del melodrama de un continente que tiene la ranchera, el bolero y el tango como música de fondo. Germinó la pasión y la locura. Todos los fines de semana, en nuestras barriadas continentales, matamos a alguna mujer por despecho. Que tal.



Entre Senderos de Gloria y el Soldado Ryan


La primera por encima de todos los equívocos. Kubrick hizo obras memorables. En este caso un alegato antimilitarista y pacifista. Perfectamente realizado, como todo lo que tocaba Kubrick. Ryan es una buena película, pero no roza los talones de Senderos de gloria.



La fragancia del amor perfecto


Ese momento en que uno pierde el juicio y es capaz de hacer el ridículo, sin ninguna vergüenza.



Tiempo y nombre para el juego


A la hora en que cae el sol, el dominó



Si tuvieras que definir un dúo imaginario entre Snoop Dog y Chet Baker ¿cuál sería el nombre que le pondrías?


Paéz y Calamaro



Un número para la eternidad


69



El auto para conducir sin compromisos


El escarabajo



La mujer que se merece un retablo


Lisbeth Salander